TRAYECTO DE LA CARRERA

Comienza la carrera, todas las dudas
se desvanecen, son reemplazadas
por una feroz determinación de triunfar,
los participantes despegan con emoción,
sus cuerpos son alimentados por el
entusiasmo y sus mentes enfocadas
en la meta.

Los corredores inician su viaje, sus
emociones se disparan, sus corazones
laten con fuerza por el desafío que tienen
por delante, pero a medida que avanzan
el viaje es más difícil, la ruta se vuelve más
desafiante, más intensa y más exigente,
comienzan a sentir el cansancio sobre
los hombros.

Sin embargo, siguen adelante, recurren
a su fuerza interior, a su pura fuerza de
voluntad, se esfuerzan para ir más rápido,
a corren con el corazón lleno de pasión
y determinación en culminar la tarea,
a superar la recta final.

Al cruzar la línea de meta, exhaustos
pero triunfantes, saben que han logrado
algo verdaderamente extraordinario,
se han probado a sí mismos, se han
esforzado y han descubierto la increíble
fuerza y ​​fortaleza que se encuentra
dentro de todos nosotros.

El recorrido es algo más que una distancia
de principio a fin, es un viaje del cuerpo, la
mente y el alma, una prueba de resistencia
física y fortaleza mental.